La salmuera geotérmica caliente (170 - 260 °C) no llega a hervir debido a la presión existente en el fondo del pozo. La salmuera se bombea a la superficie mediante bombas multi-etapa; la caída de presión hace que la salmuera caliente se convierta en vapor. Para separar el vapor de la salmuera condensada se utiliza un separador. El vapor separado (5 - 10 bar, 150 - 220 °C) se utiliza para impulsar una turbina de vapor. En las plantas híbridas, la energía restante del vapor que sale de la turbina se utiliza en un ORC (ciclo orgánico de Rankine) para evaporar el fluido de trabajo (normalmente pentano). La mezcla de salmuera y vapor condensado se reinyecta en el campo geotérmico mediante bombas de alta presión.

El ciclo Rankine orgánico es un ciclo cerrado que utiliza un fluido de trabajo orgánico (isopentano o isobutano), que tiene una temperatura de evaporación inferior a la del agua. El lazo se mantiene aislado de la salmuera gracias al diseño del intercambiador de calor del pre-calentador y el evaporador. El fluido de trabajo se pre calienta primero y luego se evapora; el gas (aprox. 20 bar, a 150 °C) impulsa la turbina, generando electricidad. El gas consumido (aprox. 4 bar 75 °C) se devuelve, como líquido condensado de nuevo, en el condensador. La bomba de alimentación cierra el lazo y vuelve a iniciar el ciclo.

Los fluidos geotérmicos contienen gases no condensables (NCG) que deben ser eliminados del proceso para lograr una mayor eficiencia. Los eyectores de vapor o las bombas de vacío se utilizan para eliminar los GCN del sistema. La salmuera geotérmica está caliente y es corrosiva: contiene H2S, sílice y otras sustancias no deseadas. Puede producirse vacío en las líneas, junto con temperaturas elevadas. El vapor geotérmico está cerca de la saturación o incluso húmedo.

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